“Quisiera también exhortaros a no perder de vista el fin de vuestro servicio y de vuestras acciones: promover la vida, salvar la vida, defender la vida siempre”, dijo el Sumo Pontífice en su homilía, pronunciada este domingo a las 10:30 (hora local) en la Plaza de San Pedro, destaca hoy un comunicado de la oficina de prensa vaticana.

El Obispo de Roma llamó a los uniformados a que “estén atentos para no ser nunca contaminados por el veneno de la propaganda del odio, que divide al mundo en amigos a los que defender y enemigos a los que combatir”, y que de esa forma “juntos caminemos para construir una nueva era de paz, justicia y fraternidad”.

“A vosotros se os ha confiado una gran misión, que abarca múltiples dimensiones de la vida social y política: la defensa de nuestros países, el compromiso por la seguridad, la tutela de la legalidad y de la justicia”, expresó ante miles de efectivos de las diferentes fuerzas.

Se refirió al papel que desempañan en la lucha contra la criminalidad y las diversas formas de violencia, y recordó además “a quienes ofrecen su importante servicio en los desastres naturales, para la protección de la creación, para salvar vidas en el mar, para los más frágiles, para la promoción de la paz”.

Habló sobre la importancia de captar “las amenazas al bien común, los peligros que se ciernen sobre la vida de los ciudadanos, los riesgos ambientales, sociales y políticos a los que estamos expuestos”.

Enfatizó además que “el bien puede vencer a pesar de todo”, y que la justicia, la lealtad y la pasión civil son valores cada vez más necesarios con los que “podemos crear un mundo más humano, más justo y más fraterno, a pesar de las fuerzas opuestas del mal”.

“Quienes, al servicio de la patria, ejercen su profesión en el ejército, considérense también servidores de la seguridad y de la libertad de sus pueblos”, por los que “no os dejéis seducir por las armas, defended siempre la vida”, agregó el papa Francisco en sus palabras a los militares.

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