Desde los últimos días de enero, los fuegos no cesan en localidades como El Bolsón, en Río Negro; el parque Lanín (Neuquén) y el Nahuel Huapi, una extensa área protegida, ubicada entre las dos provincias mencionadas.

En declaraciones a la prensa, el intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, afirmó que se vive un “caos total” y aseguró que “se está quemando todo”.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó la continuidad de vientos fuertes y elevadas temperaturas para los próximos días, lo cual no contribuye a contener los incendios y dificulta la labor de los brigadistas.

Durante las últimas jornadas, fueron detenidas al menos seis personas, pero debieron ser liberadas por falta de pruebas sobre su supuesta participación en los orígenes de los fuegos.

Cientos de familias fueron evacuadas y el titular del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, Orlando Báez, advirtió sobre el rápido avance de las llamas.

Por otra parte, en la norteña provincia de Corrientes también fue reportada una situación similar y el fallecimiento de una maestra.

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y otras organizaciones alertaron sobre la falta de políticas para enfrentar esos fenómenos y proteger el medio ambiente y pidieron una mayor participación del Gobierno y las fuerzas armadas para combatir los focos activos.

La desidia y abandono están dejando a los ciudadanos a la buena de Dios. Cada uno está tratando de salvarse como puede, pidiendo donaciones, agua, alimentos para las familias que perdieron todo. Además, cientos de animales murieron, declaró el secretario general de ATE en Corrientes, Gonzalo Rubiola.

En Río Negro, el sindicato mantiene abiertas sus 12 sedes para recibir donaciones para los vecinos afectados y los brigadistas.

npg/gas