De acuerdo con el reporte del diario The Globe and Mail, la portavoz de las fuerzas armadas canadienses, capitana Brigitte Van Hende, informó que siete efectivos fueron retirados de la República Democrática del Congo (RDC) y reubicados temporalmente en Uganda.
El gobierno federal “ha considerado necesario priorizar la seguridad y el bienestar de nuestro personal”, destaca una carta que diplomáticos canadienses dieron a conocer, esta semana, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Canadá reanudará su presencia en la RDC cuando considere que «las condiciones son más seguras para nuestros miembros”, alega el documento.
Aunque en número reducido, los oficiales canadienses ocupaban puestos clave en la planificación, la coordinación, la inteligencia y el enlace con el ejército congoleño.
Analistas aseguran que la medida de Ottawa debilitará considerablemente el mantenimiento de la paz en el país africano, especialmente cuando la misión de la ONU ya está bajo una severa presión por parte del grupo armado M23 y las fuerzas ruandesas.
Las tropas de otros países, que contribuyen a la misión de la ONU en Goma, incluidos Uruguay, India y Senegal, permanecen en la ciudad a pesar del riesgo.
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