El portavoz del Ministerio de Defensa, Zhang Xiaogang, subrayó que este sistema, considerado un arma estratégica ofensiva, representa un riesgo significativo para la seguridad regional.
El Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos confirmó que «Typhon», previamente desplegado en el aeropuerto de Laoag en la isla de Luzón, fue trasladado a otra ubicación dentro de la misma isla.
Sin embargo, la parte norteamericana aseguró que esta medida no implica una intención de establecer una presencia permanente del sistema en territorio filipino.
Por su parte, Manila declaró que devolvería los misiles a Estados Unidos si China detiene sus reclamos territoriales, deja de «acosar» a los pescadores locales y cesa los incidentes con embarcaciones.
Según Zhang Xiaogang, Filipinas incumplió sus propios compromisos al permitir la introducción del sistema estadounidense.
Esta decisión, dijo el vocero, no solo compromete la seguridad nacional de aquella nación, sino que también incrementa los riesgos de confrontación geopolítica y carrera armamentista en la región.
Los límites territoriales de Filipinas están claramente definidos por una serie de tratados internacionales, como el Tratado de Paz entre Estados Unidos y España de 1898, el Tratado de Cesión de 1900 y el Acuerdo de Delimitación de Fronteras de 1930, aclaró el portavoz.
De acuerdo con el vocero, las acciones de Beijing en las áreas marítimas en disputa, incluidas las operaciones de aplicación de la ley, son legales y están justificadas bajo el derecho internacional.
Asimismo, criticó la vinculación que Manila hizo entre la cuestión del Mar Meridional de China y el despliegue del sistema «Typhon».
«Al utilizar la seguridad nacional, el bienestar de su pueblo y la estabilidad regional como moneda de cambio, Filipinas adopta una postura tanto absurda como peligrosa», añadió.
China exigió a su vecino reconocer plenamente la sensibilidad y los riesgos asociados con el despliegue del sistema «Typhon» y cumplir con sus compromisos públicos anteriores.
Zhang reiteró que Beijing tomará las medidas necesarias para contrarrestar cualquier acto de provocación o infracción, al tiempo que defenderá firmemente su soberanía territorial y derechos marítimos.
Los nexos entre las dos naciones vecinas se deterioraron notablemente desde la llegada al poder en Manila de un presidente partidario de la alianza con Estados Unidos.
jha/idm