En un informe difundido por medios de prensa aquí, la Oficina explicó que el movimiento de retorno desde los campamentos todavía es limitado y solo 380 mil personas los abandonaron.
Aclaró que alrededor de dos millones de personas siguen desplazadas en el noroeste del país, la mayoría viven en asentamientos superpoblados y en frágiles tiendas de campaña, lo que aumenta la dificultad de sus condiciones humanitarias.
El día 7 de este mes, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) anunció que 270 mil refugiados sirios habían regresado a su país tras la caída del gobierno de Bashar Al-Assad el 8 de diciembre de 2024.
El representante de Acnur en Siria, Gonzalo Vargas Llosa, afirmó que más de una cuarta parte de los refugiados sirios planean regresar en los próximos 12 meses para reconstruir sus vidas, y refirió que los mayores obstáculos ante el retorno incluyen las preocupaciones sobre los derechos de vivienda y propiedad, seguridad, acceso a servicios básicos y dificultades económicas.
Aclaró que más del 60 por ciento de los refugiados quieren visitar Siria antes de tomar una decisión final sobre su regreso.
Según las estadísticas de la ONU, más de 13 millones de sirios han sido desplazados por la fuerza debido a la guerra, repartidos entre 7.2 millones de desplazados internos y 6.5 millones de refugiados en el exterior.
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