El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres decretó la medida para las poblaciones aledañas al coloso, que se eleva a cinco mil 592 metros sobre el nivel del mar y ha registrado tres fuertes erupciones en los últimos años, la más reciente en 2015.
Desde los primeros días de febrero, el Láscar, ubicado en la cordillera de Los Andes, próximo a la frontera con Argentina, comenzó a expulsar columnas de dióxido de azufre y aumentó la emisión electromagnética debido al alza de la temperatura interior.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Geología y Minería, también se registraron desplazamientos de lava y algunos sismos dentro de sus chimeneas en las últimas horas.
Si bien todos estos cambios no implican una erupción inminente, se decidió incrementar la vigilancia y mantener informados a los habitantes de la zona.
San Pedro de Atacama también sufre en estos días las consecuencias de fuertes lluvias, que provocaron la crecida de ríos y quebradas e inundaron la ciudad, obligando a evacuar a varias familias a sitios seguros.
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