Estas acciones entran en el plan más amplio contra la migración irregular que lanzó Trump desde su primer día en el cargo, cuando firmó varias órdenes ejecutivas, entre ellas la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur, el envío de efectivos adicionales al límite con México y el inicio de las deportaciones.
También Trump autorizó las redadas migratorias en lugares que anteriormente estaban protegidos por la ley, como escuelas e iglesias, lo cual ha generado un fuerte rechazo.
La ciudad de Denver, en Colorado, presentó demandas para impedir que estas redadas se lleven a cabo en distritos escolares, pero en otros estados se han registrado posturas contrarias, apegadas a la línea de las políticas antiinmigratorias del presidente Trump, reseñó el diario hispano La Opinión.
Por ejemplo, en Tennessee, los legisladores republicanos expresaron su apoyo a una propuesta que permitiría a los distritos escolares locales rechazar la matrícula de niños sin estatus legal en el país.
“Las comunidades de Tennessee no deben tener que sufrir ni pagar cuando el gobierno federal no asegura nuestras fronteras”, comentó, citado por el periódico, el representante William Lamberth, quien respalda la medida.
Mientras que el gobernador del propio estado, Bill Lee, firmó una ley que permite que los estudiantes, excepto aquellos sin papeles, reciban ayuda económica para asistir a escuelas privadas.
En Indiana, un proyecto de ley busca autorizar a los distritos escolares a negar la inscripción a estudiantes sin papeles y en Texas una iniciativa similar exige que empiecen a contabilizar a los alumnos indocumentados a partir del próximo ciclo lectivo.
Por su parte, Oklahoma quiere, de acuerdo con el superintendente estatal republicano, Ryan Walters, que los educandos presenten pruebas de ciudadanía o de estatus migratorio al momento de su inscripción.
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