La vía afectada es parte de la ruta de acceso a la citada terminal, inaugurada en noviembre pasado, cuyas operaciones continúan con normalidad – hay un camino alterno que implica un rodeo-, según informó el primer ministro Gustavo Adrianzén.
Lamentó la tragedia, ocurrida esta madrugada, cuando un autobús de pasajeros y un automóvil transitaban por el puente sobre el río Chancay, crecido por la temporada de lluvias que afecta a diversas regiones peruanas.
La estructura se desmoronó y el auto cayó al agua mientras el vehículo mayor, por su envergadura, quedó atascado sobre las partes de la estructura.
Dos ocupantes del ómnibus murieron y el auto fue arrastrado dos kilómetros río abajo; las dos personas que llevaba habrían fallecido y hasta avanzada la mañana no habían sido rescatadas, mientras 35 pasajeros fueron evacuados a hospitales cercanos sin daños graves.
El puente está ubicado al lado de otro de sentido contrario de la carretera Panamericana, que recorre toda la costa peruana y, según Adrianzén, será reemplazado por un puente modular en un plazo de 12 días y la estructura está ya en marcha para su instalación.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez, llegó al lugar del accidente y fue increpado por un funcionario municipal por la falta de medidas de prevención.
El alcalde de Chancay, Juan Álvarez, señaló que el puente caído tenía entre 60 y 70 años, por lo que requería riguroso mantenimiento, a cargo de la empresa Norvial, concesionaria del tramo carretero correspondiente.
Vecinos de la zona dijeron que desde hace un año alertaron sobre la riesgosa situación del puente y Norvial aseguró que en noviembre último inspeccionó la estructura y no encontró ningún problema.
El dirigente del Colegio de Ingenieros de Perú, Luis Morán, declaró que habría que ver los detalles del alegado mantenimiento, pues de haber sido completo, debió incluir la base de los pilares, afectadas por la crecida del río debido a la actual temporada de lluvias.
El experto añadió que en Perú los puentes no colapsan por tránsito de carta obsesiva ni por sismos, sino por el deterioro de sus pilares de apoyo, cuya situación debe verificarse como parte de un mantenimiento anual, según establece la norma.
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