En un encuentro con una delegación del Sindicato de Editores, el mandatario expresó: «no se puede confiar en el enemigo israelí y nos preocupa que no se logre la retirada total mañana».

Al respecto, el jefe de Estado enfatizó que la respuesta libanesa llegará mediante una postura nacional unificada e inclusiva.

De acuerdo con el presidente Aoun, lo importante es lograr la retirada israelí, y el tema de las armas del movimiento Hizbulah será abordado dentro de las soluciones acordadas por los libaneses.

La opción de la guerra no es beneficiosa y trabajaremos por medios diplomáticos porque Líbano ya no puede soportar otra guerra, indicó.

Al mismo tiempo, agregó que el ejército está listo para desplegarse en los pueblos y ciudades de donde se retirarán los militares israelíes.

En la continuación de las violaciones al acuerdo de alto al fuego en vigor desde el 27 de noviembre, Israel asesinó al comandante de las Brigadas Al-Qassam del movimiento Hamas, Mohamed Shahin, en un ataque con dron contra un automóvil en la entrada de la ciudad costera de Saida.

Las fuerzas israelíes arrasaron olivares en la localidad de Kafr Shuba, llevaron a cabo una detonación en la aldea de Yaroun, e incendiaron y demolieron varias casas en Odaisseh, en el sur del país.

Después de extender la fecha de 60 días para su retirada hasta mañana, Israel intenta mantener presencia en cinco posiciones estratégicas en territorio levantino (Al-Hamames, Al-Azziyya, Al-Aweida, monte Balat y Al-Labbouna), a pesar del rechazo oficial de las autoridades de Líbano.

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