Hasta fines de 2026, la multinacional suprimirá en todo el mundo tres mil puestos de trabajo en la esfera de investigación y desarrollo, de los cuales mil 450 corresponderán a las plantas en Alemania, entre ellas, las ubicadas en Hesse, Baviera y Nuremberg.
Un plan similar, puesto en marcha hace un año, concibió la erradicación de siete mil 150 plazas en el área de automoción, incluidos cinco mil 400 en administración y mil 750 en desarrollo. Hasta el momento, Continental implementó entre el 80 y el 90 por ciento de ese plan de ajuste.
Con el nuevo recorte, la cifra total superará los 10 mil empleos suprimidos, al contemplar solamente las decisiones más recientes de la empresa, en medio de un clima generalizado de incertidumbre por la pérdida de competitividad.
Según datos de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), las inversiones de las entidades del sector también muestran una marcada tendencia al retroceso al comparar los porcentajes de capitales colocados en el país y el exterior.
En 2022, el 49 por ciento correspondió a negocios en el extranjero, con un gasto total por más de 89 mil millones de euros; un año después, ascendió al 53 por ciento y el monto rebasó los 99 mil millones de euros.
Hasta 2021, una ligera mayoría de las inversiones totales seguía fluyendo hacia Alemania, pero desde entonces la tendencia se ha inclinado a favor del extranjero, declaró el economista jefe de VDA, Manuel Kallweit, al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Una de las razones son las inadecuadas condiciones de localización en Alemania: altos precios de la energía y elevados costos burocráticos, juzgó el experto, desde la visión del empresariado que busca maximizar sus ganancias.
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