En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores denunció el asalto efectuado por policías contra escuelas de esa institución, ubicadas en la zona ocupada de Jerusalén Este, lo cual, consideró una violación de la inmunidad y los privilegios que gozan las agencias de la ONU.

El cierre de esos centros privará a cientos de estudiantes de su derecho a la educación, alertó.

Subrayó que se trata de un grave atentado contra el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, según las cuales, Jerusalén Este es parte integrante del territorio palestino.

También condenó la continua agresión contra las ciudades y campamentos de refugiados en Cisjordania.

El comisionado general de Unrwa, Philippe Lazzarini, advirtió esta semana sobre el colapso de la agencia debido a dos recientes leyes de la Knesset (Parlamento israelí), que prohíben su trabajo y el cese de la financiación.

El fin de ese organismo generaría un vacío peligroso en la prestación de servicios básicos para millones de palestinos, lo que crearía “terreno fértil para la explotación y el extremismo”, aseguró.

Lazzarini señaló que tras la aprobación de ambas normativas, la agencia se vio obligada a cerrar su sede en el barrio jerosolimitano de Sheikh Jarrah y evacuar a sus empleados extranjeros.

No existe ninguna alternativa que pueda proporcionar servicios públicos a los refugiados palestinos en los territorios ocupados, recalcó.

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