El cuerpo celeste fue catalogado con una probabilidad de impacto en 2032, pero el análisis de nuevas observaciones recortaron el riesgo a cerca del 0,1 por ciento y posibilidad de continuar decreciendo.
Según el astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi, la actualización de datos permite ajustar la trayectoria del cuerpo.
Sugirió que el riesgo de choque podría desaparecer por completo.
El asteroide tendrá un paso cercano a la Tierra, pero su tamaño es reducido y no ingresará a la atmósfera. En ese caso, según Tancredi, el evento no tendrá efectos para los terrestres.
El experto explicó que este tipo de monitoreo es habitual en la astronomía, ya que la determinación de la trayectoria de un asteroide mejora con cada nueva observación.
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