En una declaración, la Cancillería gala reiteró su compromiso con las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y su puesta en práctica, tras el sabotaje que no dejó daños humanos o materiales.
La inviolabilidad y la protección de las sedes diplomáticas y consulares, así como de su personal, son principios fundamentales del Derecho Internacional, subrayó.
Según diversas fuentes, los dos artefactos cayeron en un jardín de la instalación, ataque que se produjo en el contexto del tercer aniversario del comienzo de la guerra en Ucrania, a la que Rusia llama “operación militar” y occidente “agresión”.
Moscú reclamó una investigación inmediata y exhaustiva frente a la acción violenta y garantías de seguridad para sus sedes diplomáticas.
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