Los paramilitares rubricaron en los últimos días un programa con grupos armados y políticos que serviría de base a lo que califican de gobierno de paz y unidad, visto con preocupación por la ONU por considerar que conribuye de alguna manera a prolongar la guerra civil en este país del noreste de África.

La iniciativa de las RSF surge en medio de una situación militar caracterizada por la ofensiva del Ejército, leal al CST, encabezado por el general Abdel Fattah al Burhan, que ha registrado avances en esta capital y la ciudad gemela de Omdurmán.

Comoquiera que el CST es el gobierno reconocido tanto a nivel regional, como internacional, el plan de las RSF parece dirigido más a armarse de una legalidad institucional que le permita proseguir su acción militar que a la posibilidad de hacerse con el control de país.

La firma del plan de los paramilitares y sus potenciales aliados fue negociada en Kenia lo que provocó que el CST llamara a consultas a su embajador en Nairobi a pesar de las seguridades de ese país de que no toma partido en el conficto sudanés, que en abril próximo cumple dos años.

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