Las estadísticas fueron actualizadas por Rafael Rodríguez, director técnico de salud animal del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa).
El experto recomendó a los ganadores cuidar y evitar heridas en sus animales, pues es donde ataca la mosca que implanta el gusano barrenador, afección parasitaria que afecta a ese sector y puede llegar a contagiar a los humanos.
Si no hay heridas, la mosca no puede depositar la larva de gusano barrenador en los animales, explicó.
El gusano barrenador es una enfermedad causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax (Coquerel), que deposita sus huevos en cualquier lesión abierta de un animal de sangre caliente, incluso en las personas.
De hecho, a principios de febrero la Secretaría (Ministerio) de Salud de Honduras confirmó el primer caso de contagio en humanos de 2025, el de un octogenario del municipio de Catacamas, en el oriental departamento de Olancho.
Esta persona, de la tercera edad y sexo masculino, tenía una úlcera expuesta en uno de sus pies, la mosca tuvo contacto con la herida y lo infectó, dijo entonces Lorenzo Pavón, jefe de la Unidad de Vigilancia del citado Ministerio.
Desde 1995, Honduras no registraba en humanos casos de gusano barrenador.
Sus efectos son especialmente devastadores en la producción pecuaria, debido a la mortalidad y a un menor rendimiento en la producción de leche y carne.
A causa de su propagación, sobre todo en la región fronteriza con Nicaragua, las autoridades mantienen una alerta sanitaria.
Entre las medidas adoptadas, el Senasa incrementó la dispersión de moscas estériles, liberando entre 48 y 52 millones de ejemplares semanales en las áreas más críticas para reducir la población del gusano.
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