Durante una serie de encuentros este martes, el jefe de Estado enfatizó en la prioridad de reactivar Líbano y restablecer la confianza con el extranjero mediante las medidas a adoptar para fomentar la inversión.

El mandatario indicó que su agenda no es política, sino un plan para reconstruir el Estado, reformarlo y combatir la corrupción.

A propósito, subrayó que el poder judicial y la seguridad estarán en el centro de los esfuerzos para llevar al Líbano a una nueva etapa.

En este sentido, Aoun consideró esencial facilitar el avance de las investigaciones en los casos no resueltos, en particular la explosión del puerto de Beirut.

De acuerdo con el presidente, «el papel del poder judicial es crucial para reconstruir Líbano y ponerlo en el camino correcto».

En su valoración, es importante preservar el capital intelectual mejorando las instituciones educativas nacionales.

Al recibir a una delegación del Consejo de la diáspora, el presidente aseguró que sin los libaneses en el exterior, el país no habría sobrevivido.

En esta misma línea, agregó que la lucha contra la cultura de la corrupción requiere la cooperación de todos, incluida la de la diáspora libanesa.

Por su parte, destacó que las reformas a implementar por el gobierno son cruciales para estimular la economía y atraer inversiones.

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