Un informe técnico presentado por cuatro funcionarias del sector críticas de ese déficit alerta que el diseño curricular del nuevo plan de estudio atenta contra la integralidad de los contenidos fundamentales de esa asignatura.

El denominado Programa de Educación para la Paz y la Convivencia no puede reemplazar al de Educación para la Afectividad y la Sexualidad Integral, porque carece de contenidos clave en salud sexual, coincidieron las cuatro estudiosas.

Las investigadoras incluyen dentro de estos últimos los relacionados con la diversidad, identidad de género, derechos sexuales y reproductivos, por lo que dicho programa representa un “retroceso normativo y pedagógico significativo”.

La ministra de Educación, Anna Katharina Müller, anunció el 29 de febrero el referido Programa de Estudio de Educación para la Paz y la Convivencia, como nuevo sistema de educación sexual, y aseguró que incluiría aspectos profilácticos.

Dichos aportes comprendían la prevención de embarazos en adolescentes, la de infecciones de transmisión sexual, decisiones con consentimiento, respeto en las relaciones afectivas, y paternidad y maternidad responsables.

Sin embargo –recalcó el diario- quedó en evidencia que los temas básicos de la educación sexual integral quedaron relegados en el nuevo programa, según el citado informe técnico de las jefas de varios departamentos especializados.

“Desde un criterio técnico experto en Educación de la Sexualidad Integral –refiere el estudio- es materialmente imposible y técnicamente improcedente realizar estos ajustes debido a las carencias estructurales y normativas evidenciadas en el diseño del nuevo programa”.

Por su parte, el Consejo de la Universidad de Costa Rica reafirmó a fines de enero su compromiso por el respeto a los derechos humanos y el acceso a información, y aseguró que la eliminación de programas de sexualidad son un “retroceso en la calidad de la educación”.

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