La residencia por arraigo fue habilitada por los ministerios del Interior y el de Relaciones Exteriores en 2024.
De acuerdo a los datos de la Comisión de Refugiados (CORE), en los últimos meses se iniciaron más de dos mil trámites de residencias por arraigo, informó Ámbito.
Desde Cancillería señalan que de las tres opciones disponibles para tramitar la residencia por esa modalidad (familiar, por formación o laboral) la figura aplicada de forma predominante es la de arraigo laboral, en más del 90 por ciento de los casos.
Este tipo de residencia permite regularizar la situación de los migrantes que ingresaron al territorio uruguayo como solicitantes de refugio, pero que no cumplen con las condiciones para ampararse bajo dicha figura legal.
Al ser rechazada su solicitud, estos permanecían en el país de forma irregular y sin una opción legal que permitiera resolver su situación.
Recientemente el titular de la Dirección Nacional de Migración (DNM), Eduardo Mata, aseguró que el Uruguay presenta un «crecimiento sostenido» en materia de inmigrantes, y que las corrientes migratorias hacia el país experimentaron algunos cambios de tendencia durante los últimos años.
Mata señaló que la mayor parte de los flujos migrantes provienen de las Américas.
«La migración ha cambiado, sin duda, la mayor parte de las corrientes vienen del propio continente americano y del Caribe», manifestó a radio Montercarlo.
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