A través de una declaración, esa institución solidaria recordó que tal decisión sobre territorio cubano ilegalmente ocupado por esa potencia representa una violación flagrante de los derechos humanos y una afrenta a la dignidad de las personas.

Señaló que ese ilegal enclave militar estadounidense –que calificó de un símbolo mundial de abusos y violaciones a los derechos fundamentales- no puede convertirse en un centro de detención para migrantes.

Afirmó que, al emigrar, muchas de esas personas huyen de la violencia, la pobreza y la inestabilidad que las propias políticas estadounidenses generan en el sur global.

Utilizar la porción ilegal e inmoralmente ocupada por Estados Unidos en Guantánamo como un espacio para la detención arbitraria y el maltrato de migrantes es una práctica que debe ser condenada por la comunidad internacional.

Su empleo irresponsable –apuntó el texto- generaría un escenario de riesgo e inseguridad en ese enclave ilegal y su entorno, lo cual amenazaría la paz y generaría condiciones para que se produzcan incidentes que pudiesen alterar la estabilidad y provocar serias consecuencias.

El ICAP reiteró en su declaración la exigencia de que el territorio donde se asienta la base naval de Guantánamo sea devuelto a Cuba, tal como reclama el pueblo cubano y el derecho internacional.

En el documento, llamó a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, a los pueblos del mundo y a todas las personas de buena voluntad a alzar sus voces contra esta medida y a exigir un trato digno y humano para los migrantes.

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