Geetanjali Narayan, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Haití explicó que los grupos armados ven el saqueo de los planteles como una alternativa lucrativa a otras formas de extorsión y delincuencia.
Unicef estima que uno de cada siete niños en Haití no asiste a la escuela, y casi un millón más corre el riesgo de abandonar la enseñanza, por lo que la educación nunca estuvo tan amenazada.
Un niño que no está en el colegio es un riesgo, pues en 2024 el reclutamiento de ellos en grupos armados aumentó en un 70 por ciento, lamentó Narayan citado por la radio local.
Ahora, hasta la mitad de los miembros de las pandillas son niños, algunos menores de ocho años de edad.
Al estar limitado el acceso a la educación los infantes son más vulnerables a la explotación y el reclutamiento por parte de las bandas criminales.
La educación –aseguró Narayan- es una de las herramientas más efectivas que tenemos para romper este ciclo.
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