Las demoliciones a gran escala en esas localidades son un nuevo patrón alarmante, denunció en un comunicado el Organismo de Obras Publicas y Socorro de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa).
Esta campaña de destrucción se ejecuta en el contexto de la llamada operación del Ejército israelí “Muro de Hierro”, iniciada el 21 de enero último, la mayor de su tipo desde la Segunda Intifada (levantamiento, en árabe), hace dos décadas, subrayó a agencia.
Unrwa señaló que la campaña bélica provocó el éxodo de más de 40 mil personas, lo que representa “el mayor desplazamiento de palestinos en Cisjordania desde la guerra de 1967”.
También la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que la agresión israelí contra el norte de Cisjordania tiene graves consecuencias para la población civil.
En su informe diario sobre la crisis, OCHA resaltó que menos de la mitad de las personas entrevistadas podían permitirse comer.
También criticó las restricciones de acceso siguen vigentes en Cisjordania, lo cual obstaculizan el movimiento de personas y de mercancías en todo el territorio.
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