La vocero de la Cancillería Mao Ning instó a Ottawa a «mantener una percepción objetiva y racional hacia China, adoptar una política práctica y positiva, y avanzar en la misma dirección que nosotros para promover el desarrollo y la mejora de las relaciones bilaterales».
Mark Carney, economista y exgobernador del Banco de Canadá, fue elegido líder del gobernante Partido Liberal con el 85,9 por ciento de los votos.
Las relaciones entre China y Canadá atraviesan un momento tenso marcado por desacuerdos comerciales, a lo que se une una guerra arancelaria que libra cada uno de estos países con Estados Unidos.
Beijing anunció recientemente la imposición de gravámenes adicionales a ciertos productos importados de Canadá, en respuesta a medidas adoptadas previamente por Ottawa que afectaron a bienes chinos.
El gobierno canadiense impuso, desde octubre de 2024, un arancel del 100 por ciento a los vehículos eléctricos importados del gigante asiático y un gravamen del 25 por ciento a los productos de acero y aluminio.
Estas acciones fueron calificadas por Beijing como una violación grave de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), al tiempo que China las consideró proteccionistas y discriminatorias contra los intereses nacionales.
A partir del 20 de marzo de 2025 el gigante asiático aplicará aranceles adicionales a productos específicos originarios de Canadá.
Entre ellos se incluyen gravámenes del 100 por ciento a la colza, el aceite de colza y los guisantes, así como aranceles del 25 por ciento a productos pesqueros y carne de cerdo.
Hace dos semanas China rechazó la imposición de sanciones por Canadá contra más de 20 empresas del gigante asiático acusadas de proporcionar apoyo a Rusia con bienes de uso dual.
Beijing instó a detener inmediatamente estas prácticas equivocadas y advirtió que el país tomará las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de las empresas nacionales.
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