Según el cómputo de la Comisión Electoral Independiente los comicios favorecieron al aspirante del Partido Frelimo, Daniel Chapo, con más del 65 por ciento de los votos, contra el 22 por ciento de Mondlane, sin nexo familiar con el prócer anticolonialista Eduardo Mondlane, fundador del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO).
Antes aún del inicio del sufragio, Mondlane había amenazado con paralizar Mozambique con una huelga general si no resultaba ganador en la liza y, ante la falta de acatamiento de la demostración de fuerza, recurrió a protestas públicas de sus seguidores algunas de las cuales degeneraron en saqueos, ataques a instituciones públicas y vandalismo.
De su lado, tanto Chapo, como el entonces presidente, Filipe Nyusi, llamaron a esperar en calma los resultados del sufragio y denunciaron la intención de “algunas personas” de desestabilizar la situación política del país austral.
Los disturbios callejeros protagonizados por los partidarios de Mondlane, quien acudió a las urnas apoyado por la coalición opositora Podemos y el partido Renamo, dejaron una estela de decenas de muertos entre manifestantes y fuerzas del orden, pero a la postre fueron sofocados.
Después que el gobierno electo emitió otra exhortación al diálogo, aceptado por Podemos, Mondlane abandonó esa coalición y mantuvo solo su membresía en Renamo que durante la lucha de liberación combatió contra el Frelimo y en favor de las tropas colonialistas portuguesas y la Sudáfrica del apartheid.
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