El gobierno de Benjamin Netanyahu se aprovecha del contexto internacional y de la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump para avanzar en su agenda sobre el terreno e implementar sus planes, denunció Fakhri Abu Diab, investigador de asuntos de Jerusalén.

En una entrevista con la agencia de noticias Safa, Abu Diab explicó que Netanyahu no puede rechazar ninguna iniciativa expansionista porque necesita los votos de la extrema derecha para continuar en el cargo debido al estrecho margen que tiene en el Parlamento.

Destacó que en los últimos años, las autoridades de ese país intentaron desplazar a los jerosolimitanos de la urbe mediante demoliciones, expulsiones y la revocación de sus documentos de identidad, pero ante el fracaso de esa política ahora buscan cambiar su estrategia.

Según Abu Diab, Israel intenta reducir el porcentaje de palestinos en la ciudad mediante la expulsión de 150 mil ciudadanos, quienes serán reemplazados por una cifra igual de judíos.

La visión de la extrema derecha de ese país considera que la presencia palestina en Jerusalén representa una amenaza para el Estado judío, denunció.

El analista describió el nuevo proyecto como muy peligroso porque promueve la anexión de varios grandes bloques de asentamientos ubicados en torno a la urbe, lo cual cambiaría su paisaje demográfico y geográfico en beneficio de los colonos.

La iniciativa comienza en el sur con el bloque de Gush Etzion, que incluye 14 colonias, y se extiende hasta las afueras de Hebrón, mientras al este suma al bloque de Ma’ale Adumim, que totaliza ocho, y al norte, el bloque de Givat Ze’ev, con cinco más, subrayó.

Esta “Gran Jerusalén” se extenderá sobre una superficie estimada en 600 kilómetros cuadrados, equivalente al 10 por ciento de la ocupada Cisjordania, alertó.

La ONG israelí Ir Amim, especializada en asuntos de Jerusalén, denunció recientemente que la propuesta “busca promover la anexión ilegal y constituye una continuación de la flagrante violación del derecho internacional por parte de Israel”.

Tiene como objetivo desplazar aún más a la población palestina en esa ciudad e imponer una mayoría demográfica judía artificial a expensas del tejido orgánico de la ciudad y de los derechos de todos sus residentes, agregó.

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