La obra “Madonna con el Niño”, del artista del siglo XVI Antonio Solario (con valor estimado de128 mil dólares), fue sustraída hace medio siglo, y ahora genera conflicto y se encuentra en medio de un dilema -a pesar de su origen ilícito- entre una viuda en Inglaterra y un pequeño museo italiano.
El cuadro fue robado en 1973 del museo cívico ubicado en la ciudad de Belluno, en los Alpes Dolomitas, al norte de Italia, tiempo después comprado por el barón de Dozsa y llevado a su mansión Tudor en el este de Inglaterra, según Christopher Marinello, abogado especializado en la recuperación de obras de arte robadas y saqueadas.
Actualmente está en posesión de Barbara de Dozsa, exesposa del difunto barón, aunque sigue estando registrada en la base de datos de arte robado, mantenida por la organización policial internacional Interpol.
Marinello prometió devolver el cuadro a Belluno donde tiene raíces familiares y comentó que tiene una conexión familiar con esta región.
Entonces decidí que iba a opinar y entrometerme, adujo el abogado especialista, cuya compañía Art Recovery International ayudó a rastrear obras de artistas como Henri Matisse y Henry Moore para devolverlas a sus legítimos propietarios, pero en ese intento hasta ahora se ha visto frustrado.
Marinello manifestó que la señora De Dozsa se negó a entregar el cuadro.
Pese a anticipar que nunca le gustó realmente, no lo cuelga y le recuerda a su exmarido, expresó.
Marinello explicó que el redescubrimiento del cuadro comenzó cuando Barbara intentó venderlo a través de una casa de subastas en Inglaterra hace unos años y fue reconocido como una obra de arte robada.
La fuerza policial local, la Norfolk Constabulary, fue llamada, pero finalmente devolvió el cuadro a De Dozsa y alegó que las autoridades judiciales de Reino Unido les aconsejaron devolver la obra de arte porque pasaron varios años sin respuesta de los funcionarios italianos en relación con la investigación.
Mientras, la policía de Norfolk indicó que actualmente el caso no está bajo investigación.
Los cuadros de Solario, quien trabajó en diversas partes de Italia a principios del siglo XVI, se han vendido en subastas por varios cientos de miles de dólares.
Marinello señaló que la pieza en concreto no es un Rembrandt, pero tiene un coste el cual va más allá de su valor monetario.
Solario era de la zona, por lo que es muy importante para la gente de Belluno, concluyó el abogado especializado en la recuperación de obras de arte robadas y saqueadas.
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