La Cancillería palestina instó en un comunicado a todas las partes involucradas a intensificar los esfuerzos para avanzar en un proceso basado en una solución pacífica. El Ministerio de Relaciones Exteriores destacó los comentarios del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ayer reculó y afirmó que no defiende la expulsión de los palestinos de la Franja de Gaza.
Esta postura refleja la comprensión de la importancia de evitar el deterioro de la situación humanitaria en Gaza y la necesidad de trabajar para encontrar soluciones justas y sostenibles, señaló el texto en alusión a los comentarios de Trump.
Aunque el gobernante afirmó que no busca expulsar a los palestinos, no despejó dudas sobre su plan propuesto el pasado mes que prevé el control norteamericano del enclave y el éxodo de su población.
De hecho, el gobierno israelí comenzó a crear organismos para acelerar la salida de los gazatíes hacia un tercer país.
El plan de Trump provocó una ola de críticas internacionales, en especial en Oriente Medio, donde los países árabes, con Egipto a la cabeza, cerraron filas con los palestinos.
Hace unos días, el presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi, ratificó que la única solución a la causa palestina es el establecimiento de un Estado nacional en Gaza y Cisjordania, al tiempo que rechazó nuevamente el desplazamiento de ese pueblo.
Al intervenir en un simposio de las Fuerzas Armadas egipcias, el mandatario reclamó justicia para los palestinos.
Este mes, Egipto presentó en una cumbre extraordinaria de la Liga Árabe un plan para reconstruir la Franja en un periodo de cinco años a un costo de 53 mil millones de dólares, sin expulsar a su población.
Consta de tres fases, primero ayuda inmediata y refugio para los habitantes, así como la limpieza de millones de toneladas de escombros, y más tarde reconstruir las viviendas y la infraestructura.
En el ciclo de recuperación de seis meses se gastarán tres mil millones de dólares para la remoción de escombros, luego vendrá una etapa, que durará dos años, y costará 20 mil millones de dólares para construir unas 200 mil viviendas.
Esta dará paso a otra fase de 30 meses, en la cual se emplearán otros 30 mil millones de dólares para edificar 200 mil unidades habitacionales, un aeropuerto, un puerto pesquero y otro comercial, además de instalaciones industriales.
La propuesta deja abierta la puerta al establecimiento de un fondo fiduciario bajo supervisión internacional como mecanismo de financiamiento.
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