A Rusia le importa obviamente quién será el presidente de Rumanía, pero es, a todas luces evidente que estamos completamente al margen y no hemos influido ni influimos en modo alguno en este proceso electoral, destacó el diplomático.
Sin embargo, no tiene ningún sentido explicarlo a nuestros oponentes que se empeñan en presentar el asunto como si la única preocupación de Rusia fuese el resultado de los comicios en Rumanía, declaró Lipáev.
El domingo, la Oficina Electoral Central de Rumanía (BEC, por sus siglas en rumano) denegó la inscripción del conservador Calin Georgescu como candidato en las elecciones presidenciales que se celebrarán el 4 de mayo.
La BEC alegó la decisión del Tribunal Constitucional que invalidó los comicios presidenciales de noviembre de 2024 después de la victoria de Georgescu en la primera vuelta y la derrota del primer ministro Marcel Ciolacu, del oficialista Partido Socialdemócrata (PSD). La decisión de BEC desató multitudinarias protestas en Rumanía.
El propio Georgescu presentó el lunes un recurso ante el Tribunal Constitucional por el rechazo de BEC a su candidatura. El máximo tribunal debe pronunciarse el miércoles.
El 2 de diciembre, el Tribunal Constitucional dio por válidos los resultados de la primera vuelta, pero cuatro días después cambió su decisión y anuló las elecciones argumentado quejas de «algunos candidatos», organizaciones civiles y entidades del Gobierno.
Georgescu, que realizó su campaña electoral a través de las redes sociales, calificó la resolución del Tribunal Constitucional de «golpe de Estado» y subrayó que la democracia no era «negociable».
El político independiente denunció que el sistema judicial del país perdió su independencia y obedece órdenes políticas, y llamó a los rumanos a seguir luchando por sus derechos.
Los simpatizantes de Georgescu protestan desde enero de 2025 demandando el reconocimiento de los resultados de la primera vuelta de los comicios.
En febrero de este año, la Fiscalía General, en el marco de una investigación de supuesta financiación irregular de la campaña electoral de 2024, acusó al candidato independiente de difundir presuntamente «información falsa».
Las autoridades restringieron la libertad de movimiento de Georgescu por 60 días.
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