En el aeropuerto de la ciudad de Cheliábinsk, en los Urales, se hallaron cinco paquetes bomba con artefactos explosivos que estaban camuflados como perfumes de regalo e iban a explotar una vez que se abrieran las cajas, según el comunicado oficial del FSB.
Según el ente de seguridad, los paquetes estaban listos para explotar y fueron desactivados por artificieros del organismo.
En la ciudad de Pervouralsk, en la misma región, fue detenido en el contexto del mismo operativo un ciudadano ruso que había sido reclutado por los servicios especiales de Ucrania y en marzo de 2025 envió dichos paquetes a militares y funcionarios públicos en Moscú, Vorónezh y otras regiones del país.
Con anterioridad, ese individuo había estado recopilando datos sobre militares y empleados del sector de defensa.
En un escondite en Cheliábinsk fueron encontradas cuatro bombas más de fabricación casera, destinadas para militares en las regiones de Tver, Rostov, Nizhni Nóvgorod y Kaluga.
En un vídeo difundido por el FSB, el detenido dijo que le habían prometido una recompensa de seis mil dólares por enviar esos paquetes, pero nunca llegaron a pagarla.
Se abrió una investigación penal por posesión ilícita de explosivos y se está explorando la posibilidad de abrir otro expediente, por atentado terrorista en grado de tentativa.
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