El ayuntamiento del territorio indicó que la zona oeste fue la más afectada y más de 74 mil propiedades todavía estaban sin electricidad en el horario matutino de este jueves, según informó la concesionaria Ente Nacional de Energía Eléctrica (ENEL).
Unos 173 mil clientes se quedaron en la oscuridad después del vendaval.
ENEL indicó que normalizó el servicio para el 65 por ciento de los clientes afectados por las fuertes lluvias registradas en diferentes puntos del área de concesión.
La región oeste fue la más afectada «con muchos árboles de gran porte caídos sobre la red eléctrica».
Toda la ciudad estaba en estado de alerta por inundaciones, según el Centro de Manejo de Emergencias Climáticas de la municipalidad.
Ráfagas de viento llegaron a 60 kilómetros por hora en algunas zonas de la urbe y causó muchos daños.
Medios televisivos muestran en sus segmentos noticiosos imágenes de las afectaciones y las tareas de recuperación en varias zonas de la división territorial.
La tormenta aún dejó una víctima mortal. El taxista Elton Ferreira de Oliveira, de 43 años, murió después que un árbol cayera sobre su vehículo en la avenida Senador Queirós.
En el momento del accidente, transportaba dos pasajeros chinos, madre e hijo. Un video grabó el momento del derrumbe, que también golpeó el cableado eléctrico.
La región de Sé, donde el taxista murió, fue la segunda área más afectada por las precipitaciones, con el registro de 106 caídas de árboles (32 por ciento del total).
El tercer árbol más antiguo de la capital paulista, con unos 200 años y 30 metros de altura, también se desplomó durante el temporal.
Permanecía en el Largo do Arouche, en el centro, y era una Chichá (con un fruto parecido a la almendra) de la Mata Atlántica que puede alcanzar grandes dimensiones y se utiliza en reforestación.
Historiadores aseguran que el árbol es testigo del crecimiento de la ciudad y símbolo de resistencia y memoria urbana, acompañando a generaciones.
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