Flores, de 39 años e integrante de la agrupación desde que tenía 17, murió por impactos de bala disparadas por sicarios en motocicletas que abrieron fuego contra el autobús de la orquesta esta madrugada, cuando se trasladaba a una nueva presentación.

El único afectado fue el cantante, que murió antes de llegar a un hospital.

La modalidad del crimen corresponde a la del sicariato que casi a diario asesina a quienes se niegan a pagar cupos de protección a las organizaciones criminales, lo cual incluye entre sus víctimas en estos días previos al inicio del año escolar a las escuelas privadas.

Estaciones de radio y televisión, así como comentarios de familiares, compañeros y amigos de Flores, atribuyeron el crimen a la falta de una acción oficial de las autoridades contra las extorsiones y su correlato de asesinatos.

Diversas encuestas señalan que la gran mayoría de la población critica la falta de avances en la lucha contra la delincuencia y atribuye la responsabilidad al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, y pide su relevo.

La presidenta Dina Boluarte lo mantiene en el cargo pese a que es investigado por diversas causas, como la acusación de un testigo protegido de la Fiscalía, de que ejercía la abogacía, intermedió el pago de sobornos de delincuentes a jueces para no ser condenados.

El ex jefe de la unidad policial anticorrupción, coronel Harvey Colchado, acusó en una audiencia parlamentaria a Santiváñez de haber desactivado a esa unidad y lo calificó como “abogado de criminales”.

Aludió así a que, como letrado, el hoy ministro defendió a policías acusados de integrar un escuadrón de la muerte que cometió ejecuciones extrajudiciales de delincuentes y, tras asumir la cartera del Interior, gestionó que el Estado pague los costos de los abogados de esos agentes.

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