El caso fue remitido a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen para fines investigativos”, confirmó la ANH.
La institución estatal reforzó los operativos de control para evitar el contrabando de combustibles y alimentos hacia países fronterizos (denominado aquí a la inversa), en el contexto de las 10 medidas anunciadas por el presidente, Luis Arce, ante la escasez de gasolina y diésel en el país andino amazónico.
De acuerdo con el reporte, al igual que en Beni, en Potosí la ANH realizó operativos de control en estaciones de servicio del área rural del departamento y logró identificar un motorizado que realizaba cargas con repetitividad de hasta dos veces al día.
Se comprobó que, en menos de un mes, acopiaron alrededor de 10 mil 162 litros de combustibles, con el resultado de una persona aprehendida.
Por su parte, el Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) reforzó los controles fronterizos y decomisó alimentos, además de carburante, valorados en 3,8 millones de bolivianos (más de 540 mil dólares).
“Hemos afectado al contrabando en más de 3,8 millones de bolivianos, reforzando los controles en las fronteras con Perú, Paraguay, Argentina y Brasil, frenando de gran manera el contrabando a la inversa”, declaró a la prensa el viceministro de LCC, Luis Amílcar Velásquez.
Precisó que, entre enero y marzo del año en curso, como parte de este enfrentamiento, resultaron incautados dos mil 159 quintales de harina de trigo; 13 de harina de soya; cinco mil de maíz amarillo; 35 de maíz chancado, 300 de quinua; 80 de papa y mil 130 de yuca.
Asimismo, figuran entre los productos ocupados 14 mil 340 unidades de huevos; 525 quintales de azúcar, tres mil litros de aceite; 500 quintales de verduras frescas, 400 cajas de frutas; 23 mil kilogramos de carne de cerdo y de res, 40 mil litros de diésel; dos mil de gasolina y 350 garrafas, según un reporte institucional.
Velásquez aseveró que estos controles fueron reforzados en los puntos fronterizos a través del despliegue de unidades militares como el CEO Amazonas, en Cobija; el CEO Mamoré, en Beni; el CEO Plata, en Santa Cruz (frontera con Brasil); el CEO Chichas, en Tupiza; y el CEO Chaco, en Tarija (frontera con Argentina).
Bolivia subvenciona los combustibles y productos de la canasta básica familiar, que a través del denominado contrabando a la inversa en medio de las lluvias que azotan a Sudamérica son comercializados en países fronterizos a precios hasta cinco veces más caros.
car/jpm