Este lunes las fuerzas del Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyados por Ruanda, se acercaron a la localidad de Mutakato, en el grupo Banabangi, a 25 kilómetros de la ciudad, según indicaron varias fuentes locales a Actualité.CD.
Los desplazados toman principalmente la RN3 hacia Kisangani, la capital de la provincia de Tshopo, pero el objetivo final son pueblos como Losso, Mungele, Tingitingi, Lubutu Mubi, Ndjingala, Lobu y Makana, en la frontera entre Kivu Norte y Maniema, añadió el reporte.
En Walikale las actividades socioeconómicas prácticamente se paralizaron desde el pasado martes y el viernes la empresa minera Alphamin Bisie Mining (ABM) suspendió sus trabajos en la mina Bisié, el tercer productor mundial de estaño, debido a crecientes riesgos de seguridad.
La víspera los rebeldes avanzaron hasta ocupar la localidad de Mpofi, en el grupo Utunda, a 52 kilómetros del centro de Walikale, a pesar del llamado al alto el fuego realizado por el mediador en el conflicto, el presidente de Angola, João Lourenço.
El mandatario angoleño había pedido el sábado un cese de las hostilidades por parte de todos los actores desde las 00:00 horas (tiempo de RDC) del 16 de marzo, incluidas todas las posibles acciones hostiles contra la población civil.
También llamó a no llevar adelante la conquista de nuevas posiciones en la zona de conflicto, con vistas a que estas y otras iniciativas conduzcan a la creación de un clima de distensión que favorezca el inicio de las conversaciones de paz previstas para el martes 18 en Luanda.
Si bien el M23 no ha detenido sus actividades, la Alianza Río Congo (AFC por sus siglas en francés), plataforma a la cual de adscribe el grupo rebelde, denunció que las Fuerzas Armadas de RDC igualmente realizaron ataques contra sus posiciones en vísperas del diálogo directo.
El portavoz de la AFC, Lawrence Kanyuka, condenó “en los términos más enérgicos las continuas masacres de la población civil”, pues según ellos durante cuatro días las fuerzas de Kinshasa bombardearon indiscriminadamente zonas densamente pobladas con aviones Sukhoi-25 y drones CH-4B.
“Esta escalada mortal pretende distraernos y demuestra la voluntad del régimen de Kinshasa de torpedear el diálogo largamente esperado”, subrayó en un comunicado.
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