El más incisivo en este sentido fue el partido Podemos, que propuso la desmilitarización de Israel y la ruptura de relaciones a raíz de los bombardeos contra Gaza.
Sin cortapisas, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, denunció el «brutal ataque» israelí a Gaza, en una «ruptura salvaje» del alto el fuego, a la vez que afirmó que el Gobierno de Benjamín Netanyahu tiene por objetivo exterminar al pueblo de Palestina y «no va a renunciar» a ello salvo que se le «paren los pies».
Por su parte, el grupo Sumar se pronunció por aplicar sanciones económicas a Israel, ante su persistencia en la «limpieza étnica» de los palestinos.
Podemos insistió en que se deberían romper todo tipo de relaciones diplomáticas, económicas y políticas con el Gobierno de Netanyahu, aplicar un embargo total a la compraventa de armas y que la comunidad internacional sea capaz de lo que se hizo con Alemania después de la II Guerra Mundial.
Pidió a la sazón juzgar a los responsables de estos ataques y desarticular las capacidades militares del país.
A su turno, la vocera parlamentaria de Sumar, Verónica Martínez Barbero, consideró que se trata del «reinicio del genocidio» contra el pueblo palestino por parte del Gobierno criminal de Netanyahu.
Lamentó asimismo la impunidad que supone el respaldo de la administración estadounidense de Donald Trump.
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