La TB, recordó, ha causado más muertes que todas las demás enfermedades infecciosas juntas, pero recibe menos atención.
Solo en 2023, ejemplificó el Ministro, la tuberculosis se cobró más de 56 mil vidas en Sudáfrica.
La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas y mortales, pero sigue siendo un asesino silencioso, que no hace ruido. Y ese es el problema al que nos enfrentamos. Por eso digo que nos enfrentamos a una tarea muy complicada, declaró Motsoaledi.
Las declaraciones del Ministro se producen a solo días de que el 24 de este mes se celebre el Día Mundial de la Tuberculosis, que en Sudáfrica contará con la intervención del Presidente del Consejo Nacional Sudafricano del SIDA (SANAC), el vicepresidente del país, Paul Mashatile,
Durante el evento, el Vicepresidente lanzará la campaña nacional Fin de la Tuberculosis en el municipio de Gamalakhe, distrito de Ugu, KwaZulu-Natal.
Según el Ministro, la iniciativa persigue la realización de pruebas de detección de la enfermedad a cinco millones de personas, aprovechando el éxito de las estrategias de tratamiento del VIH para controlar la enfermedad y prevenir la farmacorresistencia.
Si un miembro de una familia da positivo, queremos realizar pruebas a todos sus parientes cercanos, añadió.
También Motsoaledi enfatizó en la importancia de que quienes den positivos reciban tratamiento inmediato para prevenir una mayor transmisión.
En sus palabras, el Ministro alertó una vez más sobre la estrecha relación entre la tuberculosis y el VIH/sida y anunció que la campaña integrará el manejo de estas dos afecciones, señalando que la tuberculosis mata al 80 por ciento de las personas con VIH.
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