El atleta de 33 años no ha dejado de impresionar desde que cambió el uniforme de Las Tunas en la Serie Nacional y vistió los colores negro y rojo de la vecina provincia, donde se ha convertido en uno de los mejores bateadores de los torneos domésticos.

   En la campaña pasada, después de cinco temporadas en el anonimato, disparó 16 cuadrangulares para ubicarse en la sexta posición de ese departamento e impulsó 70 carreras (tercero), para poner su nombre en el mapa del béisbol cubano.

    La víspera, en la victoria 12-6 de su equipo contra los Alazanes de Granma, conectó par de dobletes y trajo a cuatro compañeros para el plato, para llegar a 11 en los cuatro partidos disputados y mantenerse al frente de ese liderato.

    García, además es el máximo productor de cuadrangulares (3) e imparables (9), tiene los más altos promedios de bateo (.600), sluggin (1.333), OPS (2.017) y ha recorrido más bases que nadie (20).

    Su producción fue clave para que los también llamados «indómitos» vencieran en par de ocasiones a sus rivales, luego de caer en sus dos primeras apariciones, y se mantengan a un juego de diferencia de la primera posición, ocupada por Industriales de la Habana y Tigres de Ciego de Ávila.

   Aunque sus compañeros de equipo Yoelquis Gibert, colíder en indiscutibles (9) y máximo anotador (10), y José Noroña, quien ha impulsado cuatro veces el empate o la ventaja, también se han lucido con el madero, no hay dudas que sin la huella de Eduardo García, los aguijones de las Avispas no hubieran picado tan fuerte.

   Este miércoles es día de traslado y descanso en la Liga, y a partir de mañana los santiagueros visitarán el Estadio Julio Antonio Mella de Las Tunas, donde enfrentarán a los Leñadores, antiguo equipo de García, en una serie de cuatro desafíos.

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