Más allá de las cifras, cada una de estas tragedias representa una vida suspendida a destiempo, proyectos inacabados y hogares marcados por el dolor.
El caso más reciente es el de Milagros Altagracia y su nieta, quienes fueron atacadas con un machete por el padre de la niña e hijo de la señora, causándole heridas que terminaron con la vida de las dos este miércoles.
Noticias como estas son habituales en los medios de prensa, sin embargo, llama la atención que en sitios oficiales pocas veces se mencionan.
La víspera los medios también reportaron el hallazgo en el municipio de Yaguate, en San Cristóbal, del cuerpo golpeado de Indiana Muñoz, de 30 años, quien fue reportada desaparecida hace tres días.
En San Francisco de Macorís, Jennifer María Disla, quien según sus familiares estaba embarazada, fue asesinada la madrugada del lunes por su pareja, quien le propinó 12 puñaladas tras una discusión.
El año pasado 71 mujeres fueron asesinadas en la República Dominicana por sus parejas o ex, seis más que en 2023, según los datos de la Fundación Vida Sin Violencia.
Aunque las autoridades e instituciones dominicanas dan algunos pasos para empoderar a las mujeres de este país caribeño, son muchos los escollos en el camino, uno de ellos, y quizás el más difícil de derribar, los criterios machistas que aun prevalecen en la sociedad.
El pasado 8 de marzo, cuando de distintas maneras el mundo celebró el Día Internacional de la Mujer, las dominicanas rechazaron todas las formas de opresión y explotación resultantes del sistema patriarcal.
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