En febrero, la Procuraduría General de la República (Fiscalía) denunció al exmandatario Jair Bolsonaro y otras 33 personas por los crímenes de organización criminal armada, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho y golpe de Estado.
También de daño calificado al patrimonio de la Unión y deterioro de la propiedad declarada.
En la denuncia, la Fiscalía General dividió a los investigados en cinco núcleos de actuación.
Referente a la elaboración, el tercero fue el más reciente en tener el juicio programado.
Anteriormente, el análisis del grupo de militares fue proyectado para el 9 de abril y el del «núcleo crucial», que incluye a Bolsonaro y otras siete personas, para el 25 de marzo.
Los miembros de la primera sala del Supremo, de la cual Zanin es presidente y asumirá los juicios, son los ministros Alexandre de Moraes (relator), Cármen Lúcia Antunes, Flávio Dino y Luiz Fux.
Todos evaluarán si la acusación trajo suficientes elementos para abrir una acción penal contra los acusados.
Para que la querella sea aceptada, es necesario el voto de la mayoría entre los cinco magistrados.
Si es aceptada, los acusados serán considerados como demandados y se iniciará el trámite de una acción penal.
De esta manera, son llamados a presentar defensa y el siguiente paso es el interrogatorio y la audiencia de los testigos.
Más tarde se abrirá el plazo para las alegaciones finales, cuando los defensores pueden impugnar las pruebas incluidas por la Fiscalía General en la imputación y levantar elementos que apunten a la inocencia de los inculpados.
Tras las alegaciones, el Supremo debe fijar una fecha para el juicio de los acusados.
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