Los trabajos realizados, durante las 24 horas del día, por el personal de línea y derecho de vía, con el apoyo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, permitió retirar 225 mil metros cúbicos que se desplazaron de la ladera sobre el oleoducto y el poliducto, señaló la empresa.
De acuerdo con el comunicado, posteriormente se desarrollaron las labores de reconformación del derecho de vía del SOTE, preparación de la nueva tubería, corte e instalación del nuevo tramo, lo que permitió reiniciar las operaciones de transporte de crudo desde la Estación de Bombeo en Lago Agrio hasta el Terminal Marítimo de Balao, en Esmeraldas.
Más de 500 mil personas quedaron sin acceso a agua potable desde el pasado jueves, cuando el oleoducto sufrió la rotura debido a deslizamientos de tierra en la zona.
Desde entonces quedaron contaminados 80 kilómetros de ríos y ecosistemas de la región, mientras los ciudadanos reclaman agua potable y sufren problemas de salud.
La ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, el gerente general de Petroecuador, Roberto Concha, entre otras autoridades, se desplazaron a la zona para verificar los trabajos de recuperación.
La víspera Petroecuador informó que declaró la “fuerza mayor” en sus operaciones para aplazar las exportaciones de crudo.
El biólogo marino Eduardo Rebolledo, de la Universidad Católica en la ciudad de Esmeraldas, indicó al canal Ecuavisa que debido a la polución «no hay formas de vida en el agua» de dos ríos.
Ciudadanos esmeraldeños protestaron en reclamo del líquido vital y cuestionaron que el Gobierno envió militares en vez de agua.
A puertas del próximo feriado de Semana Santa, Vicko Villacís, alcalde de la ciudad de Esmeraldas, capital de la provincia homónima, señaló que todas las playas están cerradas, “no es fácil lo que estamos viviendo”.
Añadió que el sábado habrá tres pozos listos, cerca de mil 200 metros cúbicos, para la dotación de agua a los barrios y ya no precisar de los tanqueros.
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