Al decir del ente emisor, “la incertidumbre internacional se ha intensificado considerablemente”; hay factores que podrían aclararse más adelante a partir de abril, pero por el momento “es difícil cuantificar el riesgo”.
En el plano interno, preocupa el alza de los precios y la evolución de los acontecimientos en materia de comercio, así como otras políticas en cada jurisdicción, reconoció la entidad monetaria.
No obstante, tras el alza suscrita en enero, el consejo del BoJ respaldó de manera unánime que la tasa de referencia del banco a corto plazo continúe en el 0,5 por ciento, pese a las presiones inflaciones.
A juicio del organismo, es probable que la economía nipona siga expandiéndose a un ritmo superior a su tasa de crecimiento potencial, mientras la inflación subyacente podría subir de forma gradual.
Entre los factores objeto de análisis, destacó la actividad económica y los precios en el extranjero, el encarecimiento de materias primas y el comportamiento de las empresas nacionales en la fijación de salarios y precios.
Asimismo, consideró la necesidad de prestar la debida atención a los mercados financieros y cambiarios y a sus impactos en la actividad económica y los precios en el país.
En declaraciones a la prensa, el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, remarcó la preocupación por las subidas arancelarias de Estados Unidos aunque hay aspectos, afirmó, que pueden todavía ser desconocidos.
Es difícil cuantificar el riesgo, pero podríamos tener en cuenta algunos elementos en nuestro informe trimestral de abril, señaló.
Por su parte, la cartera de Finanzas avaló el incremento de las exportaciones en febrero a un ritmo interanual del 11,4 por ciento, lo que, combinado con la reducción de las importaciones, aseguró un saldo superavitario luego de dos meses consecutivos de déficits.
Esta nación asiática cerró el mes pasado con un superávit comercial de 584 mil millones de yenes, equivalentes a unos tres mil 900 millones de dólares.
Las ventas externas totalizaron 9,19 billones de yenes (61 mil millones de dólares), mientras las importaciones cayeron 0,7 puntos porcentuales a 8,61 billones de yenes (57 mil millones de dólares), detalló la fuente.
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