Simultáneamente, anunció una próxima reunión con los ganaderos para discutir esta situación.
“Hay que seguir hablando y es clara nuestra posición de Gobierno, nosotros no podemos destinar carne para la exportación mientras los precios no se regulen (…). Así que nos vamos a reunir mañana (viernes)”, afirmó en declaraciones a la prensa.
El titular explicó que los ganaderos no cumplieron el acuerdo en torno al precio de la carne de res en el mercado interno, y el pueblo “no puede soportar el juego de alzas y bajas” del costo del producto por parte del sector.
Insistió en que “no puede ser que solo un sector ponga la posibilidad de que pueda incrementar el precio, el precio del ganado está elevado desde el productor, nosotros ya hemos evidenciado esa situación”.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Rural, del 100 por ciento de la producción de carne bovina en el país, solamente 10 puntos porcentuales se destinan a la exportación y las 90 unidades de 100 restantes son para el consumo del mercado interno.
“Tenemos el suficiente ganado, acá es ponernos de acuerdo y que la especulación baje”, consideró Flores.
La exportación de carne de res de Bolivia quedó prohibida desde inicios de febrero hasta que baje su precio en el mercado nacional, confirmó entonces el exministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
“Hemos determinado, como Gobierno nacional, no autorizar las exportaciones de carne de res hasta que se regularice el abastamiento y se reduzca el precio en el mercado local en beneficio del pueblo boliviano”, aseguró la autoridad.
Insistió Huanca en que mientras no se regularice el precio del producto, no se emitirán los certificados de abastecimiento interno a precio justo, requisito imprescindible para que continúen las ventas al extranjero.
Recordó el titular que en 2024 los ganaderos justificaron el incremento del precio de la carne en el mercado interno por la escasez de pastos por la sequía y los incendios, y el incremento del precio del maíz y del sorgo.
Sin embargo, desde noviembre, en todo el país se registran lluvias que permitieron un brote de la hierba, alimento del ganado.
No obstante, pese a ello, en la actualidad el precio del kilogramo de carne de res viva está por encima de 21 bolivianos (tres dólares), cuando en febrero de 2024 estaba en 12 (1,7 dólares).
“El precio de la carne de res que se consume a la fecha -reiteró Huanca-, cuesta 60 bolivianos (8,50 dólares) el kilo ¡imagínense!, cuánto se ha incrementado, estamos hablando de precios promedio, sobre todo en el mercado paceño (capitalino)”.
mem/jpm