En un comunicado, la formación fundada por Yasser Arafat denunció que las acciones del Ejército de ese país en los campamentos de refugiados de Jenin, Tulkarem y Nur Shams “constituyen una limpieza étnica sistemática”.

Ni el desplazamiento forzoso de la población de esas localidades, ni la demolición de viviendas borrarán los hechos históricos ni menoscabarán los derechos nacionales de nuestro pueblo, aseguró.

Fatah condenó la operación castrense que ejecuta Israel desde mediados de enero último contra la ribera Occidental, en especial en las norteñas gobernaciones de Jenin y Tulkarem.

La campaña coincide con “la reanudación de la guerra de exterminio por parte de la ocupación israelí en la Franja de Gaza”, lo que demuestra sus objetivos de desplazamiento forzado como parte de su proyecto colonial, afirmó.

También el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) criticó los planes del gobierno de Benjamin Netanyahu para demoler decenas de viviendas.

Esa medida es un nuevo crimen, que se suma al historial delictivo de ese país, señaló la milicia armada, que cuestionó el silencio internacional ante tales acciones.

Según la ONU, más de 40 mil personas huyeron de esos tres campamentos de refugiados desde el inicio de la campaña bélica, que causó graves daños a la infraestructura y las propiedades palestinas.

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