En un artículo publicado esta jornada, ese medio de prensa resaltó la participación de miles de personas en una manifestación celebrada la víspera en los alrededores del Congreso, el cual permaneció vallado al igual que la Casa Rosada.
“El Gobierno no pudo imponer el miedo y los jubilados llenaron la plaza. (…) Se cantó contra Javier Milei (presidente), el Fondo Monetario Internacional y el ajuste. A pesar de las amenazas de represión por altoparlantes en las estaciones de trenes, las requisas en los accesos a esta ciudad y el exagerado despliegue policial, miles se movilizaron pacíficamente en contra del modelo actual”, indicó ese diario.
Este miércoles, integrantes de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la CTA-Autónoma, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el Polo Obrero, el Movimiento Socialista de los Trabajadores y el Partido Comunista, entre otras agrupaciones, acompañaron a los jubilados a defender sus derechos, exigir el fin de la violencia y denunciar las políticas del Gobierno.
Entre los manifestantes se encontraban miembros de la Asociación de Reporteros Gráficos, quienes marcharon hasta el lugar donde la semana pasada recibió un disparo en la cabeza con un cartucho de gas su compañero Pablo Grillo, quien permanece en estado de gravedad.
Varios ciudadanos denunciaron la presencia de infiltrados y provocadores, algunos de los cuales intentaron derribar las vallas.
Al denunciar la represión de la semana pasada, los manifestantes exigieron la dimisión de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la prohibición del protocolo antiprotestas.
“No vamos a retroceder ni a rendirnos. El gobierno no tiene autoridad moral para atacarnos. No tenemos nada que perder, solo nuestra dignidad y un sueldo mínimo. Somos el peor enemigo que pudo haber elegido», declaró a Página 12 Omar Godoy, referente nacional de Adultos Mayores del Frente Grande.
Un cartel gigante con la frase “Que nadie se atreva a tocar a mi vieja”, referencias al exfutbolista Diego Armando Maradona y su defensa de los jubilados, camisetas celestes y blancas y otros símbolos marcaron la movilización.
También impactaron los testimonios de profesionales de la prensa que criticaron tener que trabajar con chalecos, cascos y máscaras, para protegerse de una posible represión.
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