La interrupción de las diferentes actividades y jornada laboral repercutió en todo nuestro sistema, precisó el presidente de la Cámara de Industria del país, Raúl Bouscayrol, citado por el diario local Prensa Libre.
“Toda la cadena de suministros se vio afectada, tanto de producción como de distribución”, subrayó el funcionario. Por esa razón, amplió, los impactos no solo se presentan en el período de las protestas, sino a mediano y largo plazos.
Las acciones de martes y la víspera contra la implementación del seguro obligatorio para vehículos alcanzaron a supermercados, almacenes de venta al detalle, restaurantes y entretenimiento, eventos sociales, entre otros, remarcó, por su parte, la Cámara de Comercio.
En esas dos fechas, en la última con más de 30 vías cerradas, dichos negocios percibieron una baja significativa en ventas, por más del 80 por ciento, añadió.
El director de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas, Luis Mazariegos, mencionó que a sus afiliados les fue imposible recibir materia prima proveniente de las costas sur y norte.
El presidente de la Gremial de Profesionales de Eventos, Juan Leal, estimó las pérdidas en 30 millones de quetzales diarios (casi cuatro millones de dólares), ya que se cancelaron alrededor de mil actividades.
En declaraciones a Emisoras Unidas, el analista de logística de la Agencia Guatemalteca de Exportaciones, Carlos Steiger, expuso que hasta aproximadamente 500 unidades, tanto en furgón como en contenedor, no lograron ser movilizadas.
Esto implica el riesgo de no llegar a tiempo, por lo menos en lo que respecta a operaciones marítimas, a un puerto, gestionar la operación y embarcarse, aseveró.
Guatemala retornó este jueves a la normalidad tras los resultados de un diálogo entre el Gobierno y manifestantes que llevó a derogar cuatro reglamentos a la Ley de Tránsito, fijados en principio a implementarse a partir de mayo próximo.
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