El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados condenó en un comunicado un ataque del Ejército contra la sede de la ONU en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, que causó ayer la muerte de un empleado y heridas a otros cinco.
Tales acciones contra instituciones internacionales que operan en el enclave costero constituyen terrorismo de Estado y confirman los crímenes sistemáticos y generalizados cometidos por ese Gobierno, recalcó.
El genocidio cometido contra nuestro pueblo se extiende a simpatizantes y trabajadores de organizaciones globales y de Naciones Unidas, lo que constituye una flagrante y grave violación del derecho internacional, subrayó.
Por tal motivo, la Cancillería instó “a redoblar esfuerzos para presionar al Estado ocupante a fin de que cese su agresión, genocidio y desplazamiento contra nuestro pueblo”.
También pidió protección internacional ante los continuos ataques militares de Israel contra Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Este.
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