La víspera en la noche (hora local), los rebeldes, apoyados por el Ejército de Ruanda, ocuparon el enclave prácticamente sin combates, según fuentes locales dijeron a Radio Okapi.
La ciudad llevaba varios días bajo amenaza de ocupación y una buena parte de la población había huido hacia la vecina provincia de Tshopo, pero las Fuerzas Armadas de la RDC, con la ayuda de las milicias locales denominadas Wazalendo, detuvo el avance del M23 el lunes.
Actualité.CD, por su parte, reportó que los rebeldes entraron en la ciudad después de realizar incursiones en Ngora y Mubanda, respectivamente a 12 y cuatro kilómetros de Walikale, lo que les permitió cortar las posiciones avanzadas del ejército congoleño en la carretera Masisi-Walikale.
Las operaciones del M23 una vez más ponen en duda los resultados de las negociaciones para la paz, en las cuales parecía se había dado un paso importante luego del encuentro entre los presidentes de la RDC, Félix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame, bajo mediación del Emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.
Los mandatarios dialogaron en Doha el martes, apenas un día antes, y se comprometieron a un alto el fuego inmediato y un cese incondicional de las hostilidades.
Con la toma de Walikale los rebeldes ahora están acampados en la carretera RN3, que constituye un enlace entre cuatro provincias del este del país: Kivu Norte, Kivu Sur, Tshopo y Maniema.
También entraron en posesión de una región rica en minerales y donde se encuentra la sede de la empresa Alphamin Bisie Mining (ABM), cuya mina de Bisié es la tercera productora de estaño a nivel global, al asegurar el seis por ciento del suministro mundial.
ABM suspendió sus actividades en la mina el pasado 14 de marzo, debido a crecientes riesgos de seguridad.
El presidente Tshisekedi dijo este miércoles en entrevista con el periódico francés Le Figaro que, tras el encuentro con Kagame, “lo que sucederá a continuación está por verse, ya que el requisito previo para todo fue un alto el fuego inmediato e incondicional”.
El M23, que luego de las sanciones de la Unión Europea a sus jefes decidió ausentarse de las negociaciones con el Gobierno previstas para el 18 de marzo en Angola, parece no estar dispuesto a callar las armas.
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