Angola, quien es mediador en el conflicto que enfrenta a ambos países, quedó asombrada por el encuentro que se produjo el martes 18 en Doha, Qatar, auspiciado por el emir de esa nación árabe, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.

António, quien realizó esas declaraciones a la prensa que acudió a la despedida del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssuf, añadió que al mandatario angoleño, João Lourenço, igualmente le sorprendió la iniciativa de Qatar de reunir a los dos líderes africanos en Doha.

El jefe de la diplomacia angoleña apuntó que todos los esfuerzos para resolver los conflictos son bienvenidos, pero que los problemas africanos deben tener una resolución africana.

La víspera, el periódico francés Le Figaro publicó una entrevista en la que el presidente Tshisekedi catalogó el ambiente de la reunión como amistoso y precisó que todo el trabajo fue realizado con antelación por emisarios qataríes, a los cuales llegó a mediados de febrero, al margen de la Conferencia de Seguridad de Munich.

Resulta significativo que el encuentro se produjo justo el día en que delegaciones del Gobierno de RDC y de los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyados por Kigali, debían encontrarse en Luanda para negociar directamente.

Kinshasa se había opuesto a realizar estas conversaciones, pues considera que su verdadero agresor es Ruanda y que el M23 no es sino un títere, pero ante las presiones regionales y el avance del grupo armado, aceptó participar en el intercambio, mientras por debajo se preparaba para asistir a Doha.

El encuentro en la capital angoleña finalmente no se produjo, pues los rebeldes se negaron a asistir debido a las sanciones anunciadas por la Unión Europea (UE) este lunes.

En tanto Ruanda, que había abandonado el diálogo con la RDC en diciembre pasado, al condicionar el acuerdo de paz negociado por mediación de Angola a un encuentro directo de Kinshasa con el M23, decidió volver a las conversaciones.

Analistas consideran que las sanciones de la UE, Estados Unidos, Alemania, Canadá y Bélgica impulsaron a Kigali a buscar la ayuda de Qatar.

Los presidentes Tshisekedi y Kagame acordaron un alto al fuego inmediato e incondicional, sin embargo, el M23 tomó este miércoles la ciudad de Walikale, una de las más importantes de la provincia de Kivu Norte y un enclave minero de gran relevancia.

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