«El alto al fuego debe restablecerse de inmediato. Todas las partes deben respetar el derecho internacional humanitario, permitiendo la entrega urgente de ayuda, protegiendo a los civiles y asegurando la liberación de todos los rehenes», subrayó la dependencia de la ONU.
Al menos 710 palestinos murieron y más de 900 resultaron heridos desde el reinicio este martes de los ataques israelíes contra Gaza, denunció hoy el vocero del hospital de los Mártires de Al Aqsa, doctor Khali Al Dagran.
En un comunicado, el funcionario señaló que el 70 por ciento de los lesionados son mujeres y niños.
Lamentó la falta de respuesta a la grave crisis debido a la carencia de equipamiento, medicinas e insumos de todo tipo debido al bloqueo y a los bombardeos lanzados por el vecino país.
Fuentes médicas, citadas por la agencia oficial de noticias Wafa, señalaron que solo este jueves 95 palestinos perdieron la vida durante las incursiones castrenses.
En medio de la campaña bélica, Hamás anunció esta mañana que lanzó una andana de cohetes contra Tel Aviv en “respuesta a las masacres sionistas”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que detectaron tres lanzamientos de misiles desde el enclave costero, uno de los cuales fue interceptado y los otros dos cayeron en zonas abiertas.
Como parte de la campaña, los militares ayer ingresaron a la Franja por primera vez desde el inicio de la tregua, el 19 de enero, y hace unas horas ampliaron sus operaciones allí, confirmó un comunicado castrense.
El portavoz en árabe de las FDI, Avichai Adrei, señaló que los uniformados se desplegaron en el sur y centro del enclave, así como, otra vez, en torno al llamado corredor Netzarin, creado por el Ejército para cortar en dos al territorio.
Mientras, la versión electrónica del diario Yedioth Ahronoth precisó que las FDI están ampliando la zona de amortiguación en el norte de Gaza, en especial en la frontera con Israel y la ciudad de Beit Lahia.
En medio de este panorama, el Ministerio de Salud palestino alertó que la Franja y Cisjordania se enfrentan a una catástrofe sanitaria debido a la continua agresión y al endurecimiento del bloqueo.
Tales acciones provocaron un colapso casi total del sistema y sometieron a los hospitales y centros médicos de la Ribera Occidental a una enorme presión ante la continua escalada, denunció la institución en un comunicado.
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