Esa entidad divulgó que entre el 15 de enero y el 28 de febrero de 2025, ingresaron a la nación mil 885 migrantes, con un promedio de llegada de 84 personas diarias desde La Miel (Panamá) hasta el corregimiento de Capurganá (Acandí-Chocó), en el noroeste colombiano.
De ese total, apuntó, el 56 por ciento son hombres, 25 por ciento mujeres y el 19 por ciento son niños y adolescentes, muchos de los cuales se trasladan asimismo hacia Necoclí, Antioquia, también en el noroeste.
La Defensoría añadió que se constata una oleada de migrantes que se desplazan de norte a sur, llegando desde diferentes puntos de Centroamérica y Norteamérica.
El organismo advirtió sobre la persistencia de los riesgos y vacíos de protección que enfrentan los migrantes durante sus traslados, particularmente desde Colombia hacia América Central y a la inversa.
Entre las amenazas más comunes se hallan el tráfico de migrantes, tráfico y trata de personas, desapariciones, homicidios, extorsiones, naufragios, utilización por grupos armados ilegales nacionales e internacionales, reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes y discriminación y estigmatización de la migración forzada.
También remarcó que la ausencia de mecanismos efectivos para verificar el parentesco de niños con acompañantes adultos, aumenta el riesgo de trata, explotación sexual y otras violaciones de derechos.
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo recomendó coordinar respuestas entre los gobiernos en los países de origen, tránsito y acogida, para mitigar estas vulneraciones y reducir los riesgos para la población en tránsito.
Consideró además que resulta imperativo establecer protocolos claros y efectivos para la búsqueda de personas desaparecidas en el tránsito fronterizo y facilitar mecanismos de denuncia accesibles para migrantes en caso de vulneración de derechos, incluyendo oferta de opciones digitales y líneas de atención multilingües.
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