Diversas salas de La Paz incluyen este viernes en su programación películas creadas por realizadores nacionales, mientras que el canal de televisión Abya Yala anunció para esta noche (22:00, hora de Bolivia) la cinta El Atraco (2004), del director Paolo Agazzi.
El Café Semilla Juvenil, en tanto, en nota entregada a Prensa Latina informó que realizará un programa este sábado, que comenzará al mediodía en la tumba del sacerdote Espinal en el Cementerio General paceño.
Poco antes de fallecer, Isabel Viscarra, compañera de lucha de Espinal en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) y miembro titular de la Comisión de la Verdad que investigó los crímenes de las dictaduras entre 1964 y 1982, explicó a esta agencia de noticias las circunstancias de su ejecución extrajudicial.
El exgeneral “Luis Arce Gómez, en declaraciones a la Comisión de la Verdad, efectuadas el 25 de septiembre de 2018 en el penal de Chonchocoro, afirmó que fue el militar Javier Hinojosa quien mató a Espinal a instancias del general Jaime Niño de Guzmán”.
Supuestamente este jerarca castrense era investigado por el periódico Aquí, por supuestos actos de corrupción, aseguró Viscarra.
Nacido el 2 de febrero de 1932 en Cataluña, España, el párroco jesuita llegó como misionero a La Paz en agosto de 1968, y desde 1969 hasta 1979 trabajó como crítico cinematográfico en la prensa diaria.
Nacionalizado boliviano en 1970, produjo ese mismo año para el canal estatal el programa televisivo En carne viva, y un año después comenzó a laborar en radio Fides, a la cual estuvo vinculado hasta su asesinato, el 21 de marzo de 1980.
Partidario de la opción por los pobres, junto a otros feligreses fundó en 1976 la Apdhb y colaboró en la realización del filme Chuquiago como asistente de dirección.
Mientras Sudamérica era estremecida por los crímenes de la Operación Cóndor, que respaldaba la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, Espinal se sumó a protestas, y en diciembre de 1977 se unió a la huelga de hambre de 19 días, protagonizada por mujeres mineras para exigir al dictador Hugo Bánzer una amnistía para los presos políticos.
La postura en defensa de la democracia y de denuncia de las corruptelas de las principales figuras del régimen dictatorial en sus homilías, documentales, comentarios radiales y, sobre todo, como director del semanario Aquí, le granjeó el odio de militares como Luis García Meza y Luis Arce Gómez.
La noche del 21 de marzo de 1980, fue secuestrado por agentes de Inteligencia, sometido a salvajes torturas hasta causarle la muerte, y su cuerpo arrojado a orillas del río Choqueyapu.
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