Durante una videoconferencia transmitida desde Damasco, Abdulmoula explicó que entre los retornados hay 885 mil desplazados internos y 302 mil refugiados que vivían en el exterior, y regresaron a sus zonas de origen en los últimos meses.

De los aproximadamente dos millones de desplazados internos en el noroeste de Siria, solo 100 mil regresaron, y esto se debe a la falta de servicios básicos, los continuos riesgos de seguridad y la ausencia de documentación legal, aseguró el funcionario de la ONU.

A su vez, el director de Asuntos Sociales y Trabajo en la provincia septentrional siria de Idlib, Firas Kardash, declaró que el número de familias que regresaron a sus pueblos llegó sólo a unos 20 mil de las 270 mil familias que residen en los campos de desplazados en la gobernación.

El regreso en estos momentos es casi imposible debido a la destrucción, falta de infraestructuras y medios de vida, y la presencia de minas en viviendas y campos de cultivo, aclaró el funcionario.

Siria fue devastada por 14 años de una guerra que causó más de 500 mil muertos y más de 10 millones de refugiados y desplazados sirios.

Diversas organizaciones han denunciado que las sanciones internacionales impuestas contra la nación levantina obstaculizan el restablecimiento de servicios básicos para millones de sirios, como la electricidad, así como los esfuerzos para la reconstrucción de infraestructuras esenciales.

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